Para los convencidos urbanitas que disfrutamos de la vida social, cultural y artística de una gran ciudad, pero que a la vez nos negamos a llevar una vida aislada de la naturaleza, por suerte, van apareciendo opciones que nos ayudan a compaginar las dos cosas. Aqui os dejo algunas propuestas interesantes que han ido apareciendo los últimos años, para que todos (vivamos donde vivamos y tengamos la edad y los medios que tengamos) podamos disfrutar de los beneficios de la naturaleza (flora y fauna incluidas).
Asociación Española de Terapias asistidas con Animales y Naturaleza (AETANA): Hace proyectos sociales enfocados a utilizar a los animales como ayuda en el proceso de terapia psicológica de las personas. Sobre todo se trabaja con caballos y perros. En Sevilla ya existe la tercera edición del máster de terapia con perros
Terapia Urbana: Diseña proyectos de arquitectura enfocados a arquitectura sostenible, a naturalizar los edificios y a promover espacios verdes en las ciudades. Su proyecto más conocido es el Jardín vertical que además podemos conseguirlo fácilmente en el Leroy Merlín de Huelva.
Colectivo Mazetas: Cooperativa que se dedica también a los proyectos ambientales. Ofrecen variedad de formación en materia de Arquitectura Ecológica, Diseño del Agua, Paisaje y Jardinería y Gestión social del hábitat. De todos los proyectos que he visto en su web, me ha parecido muy interesante su proyecto social de Huerto Emocional, enfocado a los centros de personas mayores.
Y es que no hace falta mudarse a un pueblo para poder disfrutar de los beneficios de la naturaleza, cada vez más, se hace evidente la necesidad que tenemos las personas de conectarnos con ella. De echo, muchos psicólogos aconsejan a sus pacientes más depresivos colaborar con alguna causa ambiental, cuidar un jardín, adoptar un perro o apuntarse a un grupo de senderismo¡ Que los profesionales de la intervención social tomemos nota para futuros proyectos!
Foto: Jardín vertical de la Clínica Sagrado Corazón, en Sevilla.