Es bien sabido que existen distintos estudios
superiores vinculados a la RSE. El documento “Técnico/a en Responsabilidad Social de la Empresa.
Perfil profesional” elaborado por ERCoVa
establece un ranquin de profesiones, situando Administración de Empresas en
primer lugar (48%), Derecho en segundo (35%) y Trabajo Social como tercero
(32%).
El Trabajo Social Empresarial se define como “la
actividad organizada, que pretende ayudar a la adaptación recíproca de los
trabajadores y su empresa. Este objetivo se alcanza mediante la utilización de
técnicas y métodos destinados a permitir que los trabajadores, los grupos y las
colectividades de trabajo, hagan frente a las necesidades, resuelvan los
problemas que plantea su adaptación a una sociedad industrial en evolución y,
merced a una acción cooperativa, que mejoren las condiciones económicas y
sociales.” (Bernard,1967: 19)
Por tanto, un técnico de RSE trabajador/a
social será experto en la intervención social en la empresa,
“trabajará con las múltiples y complejas relaciones entre las personas
y sus ambientes. Su misión es facilitar que todas las personas desarrollen
plenamente sus potencialidades, enriquezcan sus vidas y prevengan las
disfunciones. Por ello, los y las profesionales en trabajo social, se
convierten en agentes de cambio en la sociedad y en la vida de las personas,
familias y comunidades para las que trabajan” (definición de la Federación
Internacional de Trabajadores Sociales)
¿En qué áreas de la RSE tendrá competencias el
trabajador/a social? Todas aquellas
que comprendan una posible problemática social dentro y fuera de la empresa,
pero con posibilidad de afectarla directa o indirectamente:
Dentro de la RSE interna contamos con un buen
número de ejemplos; la comunicación interna será de vital importancia a
la hora de prevenir los conflictos entre empleados, la conciliación personal
y profesional, que previene el absentismo laboral, el estrés y mejora la
productividad, la atención a la diversidad; todo un reto para las
empresas ya que puede ocasionar conflictos o mejorar la productividad en
función de cómo la gestione, eliminación de riesgos psico-sociales; interviniendo
mediante talleres de prevención de drogodependencias o gestión del estrés o
actuando en los casos ya diagnosticados por el trabajador/a social, la integración
socio-laboral de personas en riesgo de exclusión social: abarca desde la
integración de discapacitados hasta la de mujeres maltratadas, ex
drogodependientes etc. Las medidas de RSC contemplan todo esto, y los
trabajadores sociales son los profesionales capacitados para gestionar las
subvenciones, redactar los informes sociales y la historia social del futuro
trabajador. Mediación laboral: las técnicas de negociación y resolución
de conflictos y el conocimiento de las leyes y recursos existentes previenen
problemas más graves en la empresa como denuncias o juicios. El plan de
igualdad: promover actuaciones para asegurar la igualdad de trato y de
oportunidades entre hombres y mujeres en la empresa.
La intervención social en el área interna de la empresa es importante
para la mejora de la productividad de ésta, sin embargo, no debemos olvidar otras
formas de intervención social que puede realizar la empresa de forma externa
como la gestión de las relaciones de la empresa con la comunidad:
La profesión del trabajo social se articula en tres formas de
intervención; trabajo social de casos, trabajo social de grupo y trabajo social
comunitario. Este último comprende técnicas e instrumentos que tienen una
fuerte relación con la RSE externa: La relación con las administraciones y
el tercer sector que con considerados grupos de interés para la
empresa y es beneficioso para ella mantener lazos de cooperación y mutuo
conocimiento. La elaboración y evaluación de proyectos sociales: el
proyecto social es una de las formas de intervención más identificables en una
comunidad. Desde la empresa se pueden elaborar proyectos específicos (de
formación, sensibilización, de intervención…) así como evaluar proyectos de
otras entidades que colaboren con la empresa (supervisar proyectos públicos o
privados), el mecenazgo: tener en cuenta la legislación actual de la Ley
de Mecenazgo para proyectos de cooperación Empresa-ONG, así como ser parte de
la comisión paritaria de la gestión de un proyecto social conjunto y finalmente
el voluntariado corporativo: los trabajadores sociales de empresa
históricamente han incluido entre sus competencias la gestión del voluntariado
de los empleados. Lo que actualmente la responsabilidad social corporativa
denomina voluntariado corporativo. Esta forma de intervención social en la
empresa conjuga distintos instrumentos propios del trabajo social: el estudio
de una comunidad y su problemática, el diagnóstico social, la elaboración del
proyecto social, la conducción de grupos etc.
Concluimos que la dimensión social de la responsabilidad social
corporativa es amplia y compleja. Requiere profesionales especializados en
intervención social que trabajen en equipos
multidisciplinares que velen por una empresa más cercana a la realidad humana.
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